El resultado de este proceso es un rico abono orgánico, para la tierra, logrando reducir y reciclar los desechos. El resultado de esta descomposición y tratamiento que se le da a la basura se llama Humus. A continuación, la mejor manera de reciclar los desechos que generes en tu hogar, usando la técnica de compostar los desechos.
Un recipiente ideal no hay, cualquier recipiente con drenaje y tapa será suficiente: desde un tacho pequeño o grande. Lo ideal es que tenga la capacidad adecuada para la cantidad de desechos que tú generas. Si vives en departamento es aconsejable que esté ubicada cerca de la cocina para poder trasladar los desechos de comida de manera cómoda, si vives en un lugar más amplio, podrás tener la compostera en el jardín o fuera de la cocina. Es mejor tener la compostera a la sombra, la exposición directa al sol podría elevar demasiado la temperatura e interferir en la descomposición de los desechos.
Los elementos que se puede compostar se dividen en dos grandes grupos: húmedos y secos. Los residuos húmedos son, los restos de cocina más comunes, como cáscaras de frutas, los residuos del café pasado, hierbas de té, cáscaras de verduras, semillas, cáscaras de huevo, verduras y frutas en mal estado.
Elementos que no debes reciclar o incluír, las cenizas o aserrín que provengan de maderas tratadas químicamente. Todo tipo de carnes, los derivados de la leche, el pescado y los huesos no se descomponen y es mejor no incorporarlos. Cualquier desecho inorgánico como el vidrio, el plástico o el aluminio deben separarse y reciclarlos en plantas especiales.
La manera de empezar a reciclar es, preparar un base de residuos secos, formando una primera capa la que absorberá la humedad y permitirá el ingreso de oxígeno. Luego deberás intercalar una capa de desechos húmedos con otra de desechos secos hasta llenar el recipiente. Así te podrás asegurar que no habrá exceso ni falta de humedad. No te preocupes si vives en un departamento o lugar medianamente pequeño. Si se realiza esta técnica como se detalla, atrae por sí solo a los microorganismos y no genera ningún tipo de olor desagradable.
Este proceso puede durar entre dos y seis meses. Te darás cuenta si el compost está funcionando, controlando que tenga una humedad media y de a poco verás que la temperatura interior comienza a subir. Si está seco, puedes humedecerlo un poco. Si sientes un olor a podrido o desagradable, es que está muy húmedo, deberás ventilarlo un poco y puede agregar desechos secos. El compost está listo para ser utilizado cuando la descomposición se vuelva una tierra negra, suelta, húmeda y ligera. Tu intuición te indicará que esta listo: podrás tocarla para sentirla pura y fresca, podrás olerla y sentirás el aroma a tierra fértil; al mirarla, verás un color homogéneo, entre negro y marrón oscuro.
Con el tiempo y la experiencia te darás cuenta cuál es el mejor lugar para conservar la compostera y las necesidades, los elementos que colaboran para reciclar. Recuerda que este círculo no se detiene nunca, de las plantas y la cocina tienes los desechos que podrás reciclar y convertir en tierra para tus plantas que le darán alimento y amor. A todas o casi todas las personas les gusta cultivar una plantita o varias, esta es la oportunidad para darle más amor que nunca, colaborar con el medio ambiente y la mejor manera reciclar los desechos.
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